Si la Iglesia católica consigue sobrevivir tras haber tenido un papa argentino, habrá que empezar a creer que Dios existe realmente.
Si la Iglesia católica consigue sobrevivir tras haber tenido un papa argentino, habrá que empezar a creer que Dios existe realmente.
La inteligencia de Dios es inconcusa.
De ello podemos hallar una muestra en el libro del Bereshith, también llamado el libro del Génesis, cuando se nos narra la historia de los hermanos Caín y Abel.
Caín se dedicaba a la agricultura, trabajosa y sucia ocupación que obliga a vivir con la vista clavada en la tierra. Abel, por el contrario, era pastor, oficio limpio y noble al que la humanidad le debe tres grandes hallazgos: la flauta, el churrasco y la zoofilia.
Queriendo mostrarle a Dios su gratitud, Caín le ofreció algunos productos de su huerta: espinacas, patatas, lechugas y manzanas.
Dios miró aquello y le preguntó vacilante:
—Que se supone que debo hacer con esto?
—Puedes cocinar un pastel de espinacas y patatas, acompañado de una sabrosa y
refrescante ensalada de lechuga, y, como postre, una tarta de manzana. Te vas a
chupar los dedos.Autor: John Reilly
Dios –por aquel entonces llamado Elohim– suspiró con paciencia antes de responder:
—Todo eso lo haces para ti y luego si quieres lo comes.
Unos minutos después llegó Abel, igualmente deseoso de mostrarle a Dios su gratitud, y le ofreció un cordero de su rebaño.
A Elohim se le iluminaron los ojos, sonrió y dijo:
—Hombre, esto ya es otra cosa… Unas costillitas de cordero a la brasa.
Tengamos presente esta lección que Dios nos dio sobre la manera correcta de alimentarnos.
Y no olvidemos tampoco que Caín mató a Abel. Es decir, no olvidemos que el primer asesino de la historia fue un vegetariano.
La política Ione Belarra le ha pedido al gobierno que España no participe en los Juegos Olímpicos de París si lo hace Israel.
Ante esta propuesta, el Comité Olímpico Internacional (COI) se ha reunido urgentemente y ha acordado crear un gabinete de crisis para seguir de cerca la evolución de los hechos.
Al ser España la máxima potencia deportiva mundial a nivel olímpico, en caso de que finalmente decidiese non participar, el COI consideraría la posibilidad de suspender la celebración de las olimpiadas de este año, pues, como manifestó en privado un alto miembro de ese Comité: Unos juegos olímpicos sin España carecerían de todo interés. Serían como una tortilla sin huevos o un cunnilingus sin coño.
Ione Belarra, por si alguien no lo sabe, es esa política que celebra sus mítines electorales en el interior de una cabina de teléfonos, al ser ese el espacio que necesita para acomodar al conjunto de sus electores comodamente sentados.
Escena de la película Once Upon a Time in Hollywood, de Quentin Tarantino, director del que me aburre la logorrea hueca de algunos de sus personajes.
Obsérvese la estupidez da escena:
Primero con el Covid y ahora con la guerra de Ucrania, hemos podido comprobar en la radio, la prensa y la televisión el gran número de expertos ignorantes que hay en ambos temas.
Que las revoluciones terminen siempre imponiéndose por los asesinatos y el terror, indica el pobre poder de convicción que tienen las ideas.
Si a Pedro Sánchez la situación política actual le parece tierra firme, asusta pensar qué idea tendrá ese hombre de lo que son las arenas movedizas.