Primero con el Covid y ahora con la guerra de Ucrania, hemos podido comprobar en la radio, la prensa y la televisión el gran número de expertos ignorantes que hay en ambos temas.
Que las revoluciones terminen siempre imponiéndose por los asesinatos y el terror, indica el pobre poder de convicción que tienen las ideas.
Si a Pedro Sánchez la situación política actual le parece tierra firme, asusta pensar qué idea tendrá ese hombre de lo que son las arenas movedizas.