Líquido que, cuando a sus semejantes concierne, al hombre le gusta derramar en abundancia con los más variados pretextos, entre los que destaca el de hacer justicia.
(Entiéndase que hacer justicia consiste en derramar sangre ajena, puesto que si fuesen los otros quienes tratasen de verter la de uno asistiríamos a un caso de injusticia manifiesta).
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